
Es una mermelada con un intenso sabor a frutas, es suave y untable, no gelatinosa, presenta fragmentos de fruta y semillas que hacen evidente su origen. Su dulzor es ligero gracias a ser dulcificada con miel de agave, no empalaga y tiene la nota característica de acidez, por lo tanto el producto terminado es libre de saborizantes, colorantes, conservadores y sustancias de origen sintético.